1 de Septiembre

Hoy he ido a la boda de unos amigos (felicidades Bea y David). Siempre surge un tema de conversación en estas ocasiones: que si la homilía para arriba, que si la homilía para abajo. Hay muchas personas que nunca van a misa salvo en estas ocasiones, y esto suele provocar dos efectos:

1. Hay sacerdotes que se creen en el derecho de joder una ceremonia entrañable sermoneando a no practicantes, agnósticos y ateos que sólo quierer compartir la alegría de unos amigos.

2. Hay no practicantes, agnósticos y ateos que se creen en el derecho de joder una ceremonia entrañable sermoneando a creyentes y practicantes que sólo quieren compartir la alegría de unos amigos.

No ha sido el caso, la cosa fue genial, bien es cierto que algunos asistentes se excusaron los 15 minutos de la homilía y que los 15 minutos de la homilía fueron aburridos de solemnidad.

Había dicho que en septiembre comezarían algunos artículos de opinión. No tenía intención inicialmente de empezar con este tema, pero ya que hoy ha sido la boda, pues bienvenido sea.


(Cardenal Antonio Cañizares en su momento de Glamour)

Por cierto, ¿qué opinión os merece el rito celebrado por el cardenal Cañizares en Italia? Propongo contrastar el reportaje fotográfico (no tiene desperdicio) con el siguiente texto:

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos lo estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola:

"Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: 'Cédele el puesto a éste'. Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuanto te conviden, vete a sentarte en el último puesto para que, cuando venga el que te convidó, te diga: 'Amigo, sube más arriba'. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".

Y dijo al que lo había invitado:

"Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos."

(Lucas 14, 1. 7-14)

3 comentarios:

Nicho dijo...

El protocolo y el ornato es una de los principales recursos para mantener a los creyentes atentos a la pantalla. De todas formas, me gusta este revestimiento del monseñor Cañizares, lástima que a él no le acompañe la figura.

Anónimo dijo...

Por sus actos les conocerás.

Nicho dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=Yh-Vsr1P9sY