Lo cierto es que me lo pasé genial anoche en FIB Madrid, y eso que no pude ver todos los conciertos. He leido la crítica de El Mundo esta mañana y comparto algunas de las apreciaciones, no todas.
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Fue un experiencia mística liderada por las guitarras disonantes y enfermizas de Shields, capaces de crear nubes de muerte sobre las delicadas entonaciones de Butcher. El problema: que las voces, un instrumento más para My Bloody Valentine, apenas se oyeron en un par de canciones. Sospecho que, en realidad, a Shields las voces le importan un pito (me refiero a las que suenan fuera de su cabeza).
La dolorosa 'To here knows when' y una electrizante 'Soon', dos de los momentos más puros de 'Loveless', fueron lo mejor de la noche: una auténtica ensoñación, canciones como evanescentes hologramas. Y con el cierre, la salvaje 'You made me realize', Shields construyó una torre de eco y ruido que sumió el lugar en uno de sus pesadillas de dolor y catástrofe. Después del 'shock', cada asistente rumió su sordera por el recinto como buenamente pudo.
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Ese momento de My Bloody Valentine está grabado, dura 11 minutos y sin lugar a duda fue lo más duro de la noche, lo más insano, mejor no torturo al personal. Luego llegó Mika, a mi particulamente me gustó.
1 comentario:
Me quedo con el inglés exquisito de Morrisey.
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