FEBRUARY, LONG LIFE
Parece que pasan los años muy deprisa. Ya está de nuevo aquí este febrero bendito. Pasan los años sí, y miro un poco hacia atrás y veo que cada vez escribo menos. Bueno, cada vez pienso menos. Todo pasa demasiado deprisa. El tiempo vuela alrededor. A veces creo que ya se me ha olvidado que éste es mi hobby favorito. A veces, creo, que se me está olvidando escribir.
Por eso me sorprendo tanto con Nicho, él cada vez es más joven. Cada vez piensa más, cada día el tiempo pasa a su alrededor más despacio. En ese afán de encontrar su final lírico, todo se alarga, todo se extiende. Me lo imagino a diario saliendo a la calle en busca de rincones líricos en los que morir, pero gracias a Dios no los encuentra.
El tiempo pasa deprisa y este mes cumpliré 35. Exactamente 12.783 días. Mucho tiempo para pasear por la calle buscando, como Nicho, lugares líricos en los que tener un final. Y yo, seguramente, terminaré asfixiado por el cable del iPod en una siesta dominguera.
Nota: Mi calle en Agosto puede ser también un lugar lírico.
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5 comentarios:
Oye, Pez, yo también te quiero mucho.
Y larga vida.
Cuando mi amigo Antón observó que seguramente ya había pasado más de un cuarto de nuestra vida (por el momento de 26 años) me puse muy triste. Pero luego recordé lo que dice el refrán castellano: "nunca es tarde si la dicha es buena"
*
Querido Pez, tienes que escribir con tus lápices japoneses, y hacer fotos con tu lomo, y vídeos con tu teléfono, y dibujos en tu moleskín, y ser un adicto al mac, y todo eso...nos hace muy felices verte disfrutar.
nicho es un jovenzuelo
muy evocador
y usted también es un jovenzuelo
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