(Autorretrato, Egon Schiele) - Leopold Museum Viena
Ya superado el 10% del año, termino por el momento este recorrido visual por algunos de mis pintores favoritos.
Algo extraño me sucede con Schiele. Es la simplicidad total, el inicio de una forma de ver la realidad más sórdida desde el simple trazo. Luego vendrán Bacon y Freud con sus pinceles temblorosos. Schiele me recuerda a aquellas pinturas que uno hacía en el colegio con los rotuladores Carioca, que en cuanto empezabas a colorear con intensidad se quedaban como sin tinta, dejando una textura de transparecia y colores deconstruidos (esta frase es una horterada, pero ahí queda). Comparte algo, también, con la literatura de Elfriede Jelinek.
Me tomo tres días y vuelo a Barcelona. Esta vez voy sin cámara, así que no habrá videos.
(Casas en curva en Krumau / Petite Ville V, Egon Schiele) - The Israel Museum Jerusalem
2 comentarios:
Definitivamente me encantaría tener un Schiele colgado del salón. Tiene un poder superior incluso a su maestro Klimt. ¡Qué habría sido de no morir a los 28!
Magnífico final para ese recorrido: me gustan mucho los dos cuadros que has elegido de Schiele.
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