SWIMMING LIKE A FISH

(QUTUB MINAR, DELHI)

Todavía no hace una semana que he vuelto de Delhi y sigo con la sensación de haber estado viviendo una película de Indiana Jones. El exotismo de todas las cosas, la gente, los animales deambulando por la ciudad (hasta un elefante por la calle), los olores...

Está claro que India va camino de convertirse en una de las potencias mundiales, pero en las calles de la capital todavía no se nota. Y es posible que lo haga mucho antes que China. India tiene 1.200 millones de habitantes, es un país democrático (con sus cosillas, sí) y una potencia intelectual sin parangón en el zona.

Sus habitantes tienen dos características que funcionan muy bien juntas: el ansia de conocimiento y la capacidad de sacrificio. Sólo a modo de ejemplo, Gautam, nuestro guía indio en la ciudad, estaba terminando de estudiar para diplomático. Era un chico de 27 años que se sabía toda la historia de su país y la mitad de la historia de los otros (incluido el nuestro). No comía carne durante las semanas que trabaja para tener el cuerpo ligero "como un pescado" decía, mientras se acariciaba la silueta a la altura de la cintura con ambas manos. "Me gusta el deporte pero ahora no puedo nadar en Delhi" - añadía. ¿Y en dónde nadabas antes?" - preguntamos. "Yo soy de una ciudad que está junto al Ganges, y todos los días nadaba 4 kilómetros cruzándolo a nado". Puedo asegurar que después de escuchar esta frase nada en el viaje volvió a ser igual.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso sí, pez en el agua no parecías ahí, sino pez fuera del agua, se vé tan seco y caluroso eso....

JON M ALTUNA dijo...

Ya has caído en el embrujo. Enough said.